Llevaba tiempo oyendo hablar del Restaurante El Mirador de Suso, en Suances y por fin, este pasado fin de semana acudiamos en número de 16 hasta casi la otra punta de Cantabria a probarlo.
El Mirador de Suso está ubicado junto a la playa de los locos, cerca de la zona del faro de Suances. Es un restaurante familiar, de estilo tradicional, con aparcamiento propio y unas vistas privilegiadas sobre el mar cantábrico y los acantilados que rodean la playa de los locos.
Su eslogan y principal reclamo es "come todo lo que puedas por 25,30€". He de reconocer que a priori soy bastante exceptico con este tipo de propuestas... pero las buenas referencias que llevaba me animaron a darle una oportunidad.
Como os decía, la propuesta de El Mirador de Suso de Suances es sencilla. Tenemos a nuestra disposición toda una suerte de platos distribuidos entre entrantes frios, entrantes calientes, platos de cuchara, pescados y carnes.
Así pues, podremos pedir tantos platos como queramos, con las siguientes "reglas del juego":
- Para pedir otro plato tenemos que terminar el anterior.
- Una vez que lleguemos a los postres no se puede "volver atrás".
- Tampoco se puede repetir postre.
El precio del menú también incluye bodega: agua, tinto crianza y blanco rueda verdejo. Salvando las distancias, es una especie de buffet libre servido a la mesa. Ellos lo llaman "carta libre".
A nuestra llegada el restaurante estaba a reventar de gente. Es muy importante reservar, sobre todo en fin de semana y festivos, y también ser muy cuidadoso en la reserva... os lo digo porque reservamos para 15 y nos presentamos 16... y a punto estuvimos de tener que darnos la vuelta porque no había sitio material para ubicar a una persona más... así que cuidado con reservar "a ojo".
Es un sitio de mucho jaleo, mucha gente con niños (precio por niño, 11€), mucho ruido, muchos camareros circulando... bastante caótico todo. Abstenerse quienes busquen una comida tranquila.
Una vez ubicados, decidimos nombrar a un portavoz que hablase con los camareros porque si no aquello iba a ser una locura de comandas (por suerte, no fui yo el elegido jajaja).
Empezamos por unos entrantes... algo de paleta ibérica, anchoas de santoña, foie con tosta de sobao cecina, croquetas, rabas, almejas a la marinera, gambas a la plancha...
Los platos iban pasando y yo pensando... seguro que este plato no da la talla, en algún sitio tiene que estar el truco... ¡joder! pues cada uno mejor que el anterior... incluso las almejas y las gambas, que suele cantar mucho cuando no son de calidad... ¡pues también estaban buenas!.
Más entrantes: pimientos rellenos, hojaldre relleno de langosta, -¿os parece si sacamos más almejas? -¡pues claaaaaro! contestaban desde el otro lado de la mesa.
Venga, algo de pescado... unos chipirones, unas lubinas, merluza en salsa... ¡que no pare la fiesta! ¿La cagarán con el pescado? Pues tampoco oye... buenísimo todo a excepción de la merluza que estaba cocinada en exceso.
¿Terminamos con algo de carne? ¡Como no! Rabo desmigado con puré de patata, carrilleras, escalopines rellenos, confit de pato, pierna de cabrito... ¡pufff! la gente ya empezaba a tirar la toalla mientras algunos valientes seguían devorando plato tras plato cada vez con más velocidad como si de una traca final se tratase.
En esas que se acerca el camarero y hace la pregunta... ¿pasamos ya a los postres? Se corta la tensión con cuchillo y tenedor durante unos segundos en los que todos nos miramos... hasta que asumiendo lo inevitable los últimos heroes que siguen masticando claudican... veeeenga vaaale.
La carta de postres es bastante sosa la verdad y ninguno de los que pude probar me convenció. Me supo mal que los postres no estuviesen a la altura del resto de platos.
Y así, tras más de 3 horas de comida y después de 75 platos, 16 postres y algún que otro café, nos levantamos de la mesa para poner rumbo de nuevo a Castro Urdiales.
Hay que decir que el trato fue atento y que demostraron tener mucha paciencia y mano izquierda... en el fondo para los camareros este sistema es un auténtico mareo.
El precio, añadiendo los cafés no llegó a 27€ por persona, sin sorpresas.
En resumen, más allá de la idea "come lo que puedas" El Mirador de Suso esconde una cocina tradicional de muchos quilates y un producto de mayor calidad de la que podría uno esperarse.
Un pero. Estas comiendo todo continuamente en el mismo plato, no te lo cambian en ningún momento con lo cual vas acumulando "salsas" de cada plato... este punto se podría mejorar.
Diria que es un restaurante para ir en grupo. No es que no se pueda ir en pareja, pero creo pierde el encanto. Mínimo 4 personas son necesarias para poder aprovechar lo que ofrece El Mirador de Suso.
Más allá de lo divertido de llegar allí y pedir toda la carta, en El Mirador de Suso se puede dar uno un buen homenaje confeccionando su propio menú degustación.
Después de haber probado casi toda la carta, yo volvería, por ejemplo, en grupo de 4 me montaría un menú similar a este:
Entrantes frios (al centro)
- Anchoas de santoña (x2)
- Cecina (¡buenísima!)
- Foie con sobao y mermelada de pera
- Almejas marinera (x2)
- Gambas a la plancha (x2)
- Pimientos rellenos (x2)
- Chipirones (x2)
- Lubina
- Carrilleras
- Cabrito
¿dónde se puede comer un menú de fin de semana como este cerca de Castro Urdiales por menos de 26€ por persona? Si alguien sabe de algún sitio que me lo diga por favor.
En definitiva, el Mirador de Suso en Suances es sin duda un sitio para conocer. Os recomiendo visitarlo en grupo de amigos o en familia. Seguro que no salís decepcionados.
El Mirador de Suso (Suances - Cantabria)
- Dirección: Calle Sobremar Nº 6, 39340 Suances, Cantabria
- Teléfono: 942811511
- Web: http://www.miradordesuso.es/
3 comentarios:
Menudo sitio!
Si voy a comer a un sitio a la carta y pido lo normal, algo de picoteo, un segundo y postre el precio que dices me pareceria muy adecuado, si encima se puede comer todo lo que se quiera y la comida es tan buena como parece... ! que peligro!
Suena bien. En ajo también hay otro parecido. Se llama el rincón de pitucos.
Hoy 5 per.26,50€/per.sin incluir bebida, hay que reservar. 2 horas comiendo y repitiendo, atención rápida en las comandas, eso sí, sin dejar nada.Nos hemos quedado muy satisfechos y buena calidad, lo recomiendo pero tenéis que tener buena capacidad.
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