Restaurante Torre Salazar (Portugalete)

Como ya os he contado en alguna ocasión, me gusta mucho aprovechar los cupones de descuento para conocer nuevos restaurantes.

Allá por febrero, compré dos cupones para un menú degustación en el Restaurante Torre Salazar de Portugalete. El cupón tenía seis meses de duración por lo que tenía que utilizarlo ya, y el pasado viernes fue la fecha elegida para cenar en Portugalete.

El restaurante Torre Salazar de Portugalete está ubicado en la propia Torre Salazar, declarada Patrimonio Histórico Nacional, recientemente restaurada y convertida en museo por el Ayuntamiento de Portugalete. Concretamente, el restaurante está situado en la primera planta de la torre.

El salón cuenta con aproximadamente unas 16 mesas, además de una terraza situada en el exterior. El restaurante está decorado con gusto y el ambiente general es bastante agradable. Tanto el entorno como las vistas sobre la ría y el puente colgante son exquisitas.

Detalle del salón

Vistas desde el salón

La carta del restaurante Torre Salazar es bastante generosa donde prevalecen los pescados y en especial, el bacalao, especialidad de la casa. Así mismo, cuenta con una bodega con propuestas bastante originales como el vino de autor "tres al cuadrado" D.O Ribera de Queiles, si bien no aparece en la carta de vinos publicada en su web.

En cuanto a mi experiencia personal, como os comentaba teníamos dos cupones para un menú degustación, que constaba de lo siguiente:

Entrantes:

• Espárragos rellenos de txangurro sobre salsa de puerro.
• Ensalada templada de pulpo y cigalas en tempura con vinagreta de frutos secos.
• Escalope de foie fresco a la plancha sobre pan de higo y zanahoria en infusión de regaliz

Principales:

• Bacalao en degustación de tres texturas (vizcaína, mousse de ajo y pilpil) 
• Láminas de entrecot con chalotas caramelizadas y patatitas al vapor

Postre:

• Migas dulces con helado casero de queso y brownie de chocolate blanco con pistachos y almendras rociado de espuma de té verde.

El precio del menú era de 60€ por persona, si bien con el cupón se quedaba en 30€ (bebida y pan a parte). 

Había leido opiniones positivas sobre el restaurante y sobre el servicio pero nada más llegar al restaurante, y despues de sentarnos en nuestra mesa, hicimos dos solicitudes al dueño-camarero-sumiller, cuyas respuestas apunto estuvieron de hacernos levantar de la mesa e irnos. De hecho, creo que lo hubiesemos hecho de no ser porque ya habíamos pagado previamente al comprar el bono.

La primera fué que por favor no nos sacasen nada que tuviese frutos secos, por un tema de alergias. La respuesta fué que el menú era cerrado y que es lo que había, que teníamos que haber avisado antes, y que la comanda había sido pasada a cocina tal cual aparecía en el bono a las siete de la tarde por lo que los platos estaban ya preparados (¡¡¿cómo?!!). Le insistí que por favor lo comentase con la cocina a ver si se podía hacer algo y que en caso contrario, que no los sacasen porque no ibamos a poder comerlos.

Un poco resignado, lo comentó a través del interfono que había para comunicarse entre la cocina y el salón y cuyas conversaciones se oian en toda la sala. Parece ser que el cocinero era más profesional que el camarero porque los platos aparecieron sin rastro de frutos secos.

La segunda cosa que nos molestó sin siquiera haber empezado a comer fué cuando nos preguntó qué vino queríamos tomar. Teníamos que conducir y no queríamos bebernos una botella entera por lo que le dije que, si podía ser, que nos sacara dos copas de vino blanco, y una botella grande de agua, y que, si no servían vino por copas, que trajese solamente la botella de agua. Mejor que contaroslo, prefiero transcribir la conversación que se dió acto seguido:

• Dueño-Camarero-Sumiller(DCS): jajaja (risa con sorna) eso es imposible. No vendemos vino por copas.
• Yo (en tono conciliador): no hay problema, por eso te he dicho, que si no disponéis de vino por copas, nos saques solo el agua, porque tenemos que conducir y no queremos beber much...
• DCS (sin dejarme terminar la frase, en tono altivo): Tú me estás contando tu película y yo te cuento la mía, no vendemos vino por copas.
• Yo: (alucinando por el tono en que me estaban hablando en un restaurante de cierta categoria, tomo un segundo para autoconfirmarme mentalmente que soy yo el cliente y contesto, cambiando un poco el tono) no te estoy contando ninguna película, te digo que si no tenéis vino por copas, nos saques una botella de agua y ya está, no hay ningún problema.
• DCS: Si quieres te abro una botella y luego te cobro en función de las copas que bebais. 

Tardé un segundo en darme cuenta de que estaba ofreciendome prácticamente lo mismo que yo le había pedido segundos antes por lo que acepté, no sin antes pensar en que esa noche no iba a salir contento del restaurante. Finalmente nos deja elegir el vino, un rueda verdejo. Nos sirve una copa y nos deja la botella en la mesa con una cubitera "si queréis más, me decís".

Los "detalles" del dueño no acabaron ahí. Durante toda la noche, mantuvo un "tic" bastante molesto que consistía en resoplar continuamente, incluso cuando servía a las mesas (no solo la nuestra). El tic llegaba a un extremo que podías notar como su resoplido se proyectaba sobre el plato al servirtelo dando una sensación muy desagradable. Estoy seguro de que lo hacía sin querer ni darse cuenta, pero me parece algo que debe corregir.

Otro gesto que no me gustó es que a todas las mesas del salón, excepto a la nuestra, les obsequió con un aperitivo. Me pregunto si nos lo habría puesto de no ser porque ibamos a pagarle con un cupón...

En fin, a estas alturas, nuestro único deseo era que llegase ya la comida y poder olvidarnos de los tropezones con el dueño. Comenzamos con el primer entrante, "espárragos rellenos de txangurro sobre salsa de puerro".

Se trataba de cuatro pedazos de espárrago blanco rellenos de txangurro, envueltos en lechuga y rebozados. Los trozos eran pequeñitos pero bastante sabrosos.

Espárragos rellenos de txangurro sobre salsa de puerro

A continuación vino la "Ensalada templada de pulpo y cigalas en tempura con vinagreta de frutos secos". En cuanto llegó el plato, el dueño nos comentó que al final habían podido quitar el aliño. El comentario me sonó a "me debéis una chicos" pero preferí darle las gracias sin más.

Ensalada templada de pulpo y cigalas en tempura con vinagreta de frutos secos

La ensalada tenía una pinta estupenda, con una cigala de buenas proporciones con la cola rebozada y tres trozos de pulpo. La expectación se convirtió en decepción cuando me metí el primer trozo de pulpo en la boca. ¡Estaba durísimo!. La decepción siguió cuando abrí una pinza (con los dientes, no había instrumental) y vi lo seca que estaba la carne... y terminó por consumarse cuando probé la cola rebozada. En ese momento entendí que lo que nos había dicho el dueño sobre el menú era cierto... llevaba hecho desde las siete de la tarde... al menos este plato.

El tercer entrante era "Escalope de foie fresco a la plancha sobre pan de higo y zanahoria en infusión de regaliz". Fue el entrante que más me gustó. El nombre describe bastante bien el plato por lo que prefiero dejaros la foto directamente.

Escalope de foie fresco a la plancha sobre pan de higo y zanahoria en infusión de regaliz

El primer principal era una degustación de bacalaos. El plato, estupendamente presentado como todos los del menú disponía de izquierda a derecha de bacalao a la vizcaina, bacalao al pil-pil y bacalao con mousse de ajos.

He de decir que no soy muy amigo del bacalao, pero siendo fiel a la verdad, estaban los tres muy buenos. Si que es verdad que cualquier amante del bacalao los hubiese disfrutado más que yo, pero no me disgustaron en absoluto.

Bacalao en degustación de tres texturas (vizcaína, mousse de ajo y pilpil)

El último plato principal eran "Láminas de entrecot con chalotas caramelizadas y patatitas al vapor". De nuevo decepción. Una carne sin sabor, con excesiva grasa y nervio. No lo disfruté en absoluto.

Láminas de entrecot con chalotas caramelizadas y patatitas al vapor

El postre volvió a subir un poco el nivel del menú.  Todo estaba bastante rico y de nuevo con una presentación muy cuidada. Tuvieron el detallede cambiarnos uno de los postres por otro sin frutos secos, cosa que al principio de la noche se antojaba casi imposible.

Migas dulces con helado casero de queso y brownie de chocolate blanco con pistachos y almendras rociado de espuma de té verde

Al final de la cena, el dueño nos preguntó a ver qué tal el menú. Fui sincero y le dije lo que pensaba sobre el segundo entrante. Después de intentar defender lo indefendible (llegó a decirme que el pulpo estaba duro porque a la gente le gustaba más así) terminó confirmandome lo que ya sabía, que los dos primeros platos llevaban preparados un buen rato.

En resumen, un menú lleno de altibajos, sin continuidad y sin la calidad en los platos que podría esperarse en un restaurante de la categoría que se le supone al Torre Salazar de Portugalete. Si dividimos el precio del menú (60€) entre los 6 platos de que constaba, mi opinión es que ninguno, salvo el bacalao, valía los 10€ que había que pagar por ellos.

Si a todo esto le sumamos un dueño-camarero con un cero absoluto en profesionalidad y don de gentes nos encontramos con un restaurante coqueto donde los haya, pero con un servicio pésimo y con una cocina que, al menos en nuestro caso, no estuvo a la altura de sus precios.

Actualización 08/01/2013
Acabo de leer que el restaurante Torre Salazar de Portugalete cerró sus puertas el pasado 28 de noviembre por problemas económicos.

Os dejo la noticia en Deia:
http://www.deia.com/2012/11/28/bizkaia/margen-izquierda-encartaciones/una-deuda-deja-sin-menu-a-la-torre-salazar

Actualización 02/10/2013
Hoy leo que el restaurante sigue cerrado pese a que había un proyecto para abrir un nuevo gastrobar por parte de un alumno de Ferrán Adriá.

Noticia en El Correo:
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20131002/margen-izquierda/salazar-queda-probar-bocado-20131002.html

RESTAURANTE TORRE SALAZAR (Portugalete)

• Travesía de Lope García de Salazar 48920 Portugalete
• Teléfono: 944 966 585

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