Casa Regio (Castro Urdiales)

Este año para la celebración de nuestro aniversario queríamos probar alguno de los restaurantes de Castro Urdiales que no hubiesemos visitado con anterioridad.

Las premisas eran claras: buscabamos un restaurante de cierta categoría, apropiado para cenar en pareja y especializado en pescados como plato principal.

Unos amigos nos recomendaron el Restaurante Casa Regio, situado en la calle Ardigales, una de las calles más conocidas de la localidad por su ambiente de poteo. Nos pareció adecuado y reservamos.

Fachada del Restaurante Casa Regio (Castro Urdiales)

El local de Casa Regio se encuentra a medio camino entre el bar y el restaurante. Dispone de una gran barra en forma de pasillo y a la vuelta de unas mamparas podemos acceder a lo que sería el restaurante en sí. El hecho de que el bar y el restaurante estén separados tan solo por una mampara puede presentar algún inconveniente ya que mientras se come se escucha de fondo el jaleo de la zona de bar que puede ser molesto, por ejemplo, en días de partido.

En nuestro caso fue más un beneficio que un problema ya que al estar solos en el salón comedor (el resto de mesas estaban vacías) el ambientillo que venía de la zona de la barra nos ayudó a no sentirnos tan incomodos durante la cena.

El salón dispone de unas 8-10 mesas y está elegantemente decorado. La mantelería completamente blanca destaca con el color oscuro de las sillas y con el tono burdeos de las paredes, un conjunto que aporta al local cierto aire de elegancia y distinción.

Detalle del salón del Casa Regio

El restaurante Casa Regio no dispone de carta (o si la tiene no nos la enseñaron). Directamente nos ofrecerán los platos disponibles tanto como entrantes como principales. De entre todos ellos, destacan los pescados, todos frescos y cuyos precios y existencias irán según mercado.

En nuestro caso, ya teníamos claros los entrantes que queríamos pedir por lo que solo tuvimos que elegir el principal. Queríamos pescado y nos ofrecieron besugo, rodaballo y cogote de merluza (aclarar aquí que fuimos a cenar un martes y que los fines de semana suele haber más variedad). Nos decantamos por el rodaballo para dos.

Como entrantes nos habían recomendado las croquetas y la ensalada de ventresca con pimientos asados y cebolla caramelizada que fueron los entrantes que pedimos. Además había almejas, gambas, langostinos...

Las croquetas eran de jamón y setas y estaban simplemente espectaculares. No se si se podrán pedir también como ración en la barra pero sería una buena recomendación para acompañar un par de cañas.

En nuestro caso nos sacaron cuatro croquetas, de buen tamaño, que  no se aprecia muy bien en la fotografía.

Croquetas de jamón y setas

Lo más destacable de las croquetas además de su sabor es lo jugosas que estaban por dentro. La bechamel era sabrosisíma, untuosa y densa... prácticamente como queso fundido... una auténtica delicia.

En la siguiente foto intenté que se apreciará la jugosidad que os comento, creo que más o menos os podréis hacer una idea.

Detalle del interior de una croqueta de jamón y setas

En cuanto a la ensalada de ventresca, se presentó en una fuente rectangular en la que se podían encontrar: pimientos verdes, pimientos rojos, tomatitos cherry, cebolla caramelizada y por supuesto la ventresca, blanquísima, todo ello sobre una cama de aceite de oliva virgen y salpicado por reducción de módena.

El conjunto da un resultado sublime, ligero, perfecto para tomar como entrante antes de un pescado, tal y como era el caso, o de una carne. Por poner algún pero, la cantidad de ventresca servida se me hizo escasa comparada con el resto de ingredientes.

Ensalada de ventresca, pimientos y cebolla

Llegabamos ya al plato principal: el rodaballo.

El pescado era de buen tamaño aunque tal vez algo más pequeño de lo esperado (suele ser habitual que en los restaurantes cuando pides pescado para dos suele ser en realidad para tres). Se presentaba preparado al estilo tradicional, con refrito de ajos.

Tras presentarnos la fuente con el pescado, el camarero prodeció a diseccionarlo para extraernos los lomos y servirnoslos adecuadamente en cada plato.

Vaya por delante que el rodaballo no es santo de mi devoción y que trato de evitarlo en la medida de lo posible. No obstante, en esta ocasión decidí darle una oportunidad y la verdad es que no salí para nada defraudado con la elección: el pescado estaba fresquísimo, los lomos blancos blancos y el punto estaba cogido perfectamente, lo que permitía que las lascas se separaran prácticamente solas.

Además del pescado, me sorprendió mucho la preparación, que normalmente suele quedar aceitosa y termino aborreciendola al de un rato. En este caso la salsa con la que se sirvió el pescado era muy ligera, con un sabor muy subido a limón y nada aceitosa... más bien todo lo contrario. Todo un éxito para mi gusto.

Rodaballo

Regamos la cena con dos copas de vino blanco y una botella de agua. Quiero destacar en este punto que el vino nos gustó mucho. Tanto, que tuve que preguntar al camarero la marca para poder comprarlo.

Para quien le pueda interesar, se trataba del Viña Esmeralda 2011, D.O Catalunya de Bodegas Torres. Si os gustan los vinitos blancos suaves y muy afrutados ahí queda la recomendación. Lo tenéis a la venta prácticamente en cualquier supermercado sobre los 7€. Si lo probais espero vuestros comentarios al final de la entrada.

Volviendo a la cena, la cuenta ascendió a 60€ (16€ los entrantes, 38€ el pescado y 6€ las bebidas). No tomamos postres ni cafés porque preferimos salir a tomarlo a las terrazas del parque Amestoy con un helado de Regma :-)

Si sois aficionados al blog, sabréis que una de las cosas que me gusta hacer, sobre todo en sitios en los que "no hay carta" es jugar con el resto de comensales a adivinar el precio de la cuenta. He de decir que en este caso ambos nos quedamos bastante por encima de la cuenta final, lo cual habla bastante bien de la relación calidad / precio del restaurante Casa Regio de Castro Urdiales.

Otra cosa que me gustó mucho del Casa Regio y que creo que debo destacar fue la atención que nos dispensaron. Pese a estar solos en el salón nos hicieron sentir muy cómodos gracias al trato cercano que nos ofrecieron.

La sensación que tuve al salir del local fue la de haber cenado muy bien, productos de calidad y habiendo recibido un trato de los que da gusto recibir como cliente. Además, la sensación fue de haber cenado por un precio más barato de lo esperado por lo que la experiencia fue redonda.

En resumen, el Restaurante Casa Regio de Castro Urdiales ha supuesto todo un descubrimiento para mí. Aunque no probamos ningún plato de marisco, considero que por la calidad del pescado puede estar a la altura del Mesón Marinero y del Restaurante La Arboleda (¿tal vez un pelín por debajo?), pero cuenta con un precio algo más económico que éstos.

Yo diría que es "el tapado" de Castro Urdiales, el gran desconocido que pronto dejará de serlo si continúa manteniendo la relación calidad precio. Merece la pena probarlo en una ocasión especial, tanto en pareja como en familia o en grupo.

CASA REGIO (Castro Urdiales)

• Dirección: C\ Ardigales, 19
• Teléfono: 627 50 90 79 (no tiene teléfono fijo)

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