El retraso en la emisión del programa ha quitado cierto aliciente al mismo, ya que todos sabemos que el restaurante cerró hace unos meses y que a día de hoy el local alberga un nuevo negocio.
No obstante el programa prometía emociones fuertes entre Pili, que nunca deja indiferente a nadie, y Chicote, que tampoco lo hace jajaja.
Finalmente me decepcionó bastante el programa, creo que, en general, fue flojete. Sentí un poco de pena la verdad porque se veía que todos querían mejorar y aprender pero... no fue suficiente.
Lo que tampoco me gustó fue el menú que propuso Chicote, alejadísimo de la gastronomía de la zona y del producto local que generalmente suele defender en sus programas. ¿Botillo en Castro Urdiales? ¿En serio?
Somos muchos los que pensamos que Pili nunca debió cambiar el local que tenía junto al Safari que siempre estaba lleno gracias a su simpatía, a su tapa con la consumición y a sus racioncitas de 2€ que siempre caían en cada visita. Para mi cuadrilla era visita obligatoria, y al pasar al otro local, enseguida dejamos de ir. Por algún motivo, no era lo mismo.
También sorprendió la apertura de otro local en la calle La Rua cuando el de Ardigales no terminaba de funcionar. Parecía mucho riesgo. Y lo fue.
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